La magia existe, lo mágico, lo sobrenatural…
Agarré un libro que contaba la historia de un patético, aburrido y penoso personaje.
Comencé a leer y me di cuenta del paralelismo con mi pasado, parecía que el relato recontaba no el pretérito ajeno sino el mío.
Seguí la novela por esa morbosa coincidencia, con el asombro de ver en la vida del pusilánime protagonista, mi presente, coma, acción y punto, hermano siamés de la coma, acción y punto de mi vida.
A lo mejor no me lo creen, pero así era, esa historia era la mía con las mismas faltas de ortografía y contadas por un extraño ser superior.
Me dio miedo su truculento destino, era fácil deducir que sería el mío, me dio tristeza el final del protagonista, porque aunque no era yo, si era yo.
El libro es de Josefina Vicens
su autora.
Y el nombre del libro es:
“El libro vacío”.