(El pollito de los chistes).
Desde hace dos años, en un día friolento y lluvioso, mi mamá me calentaba entre su abrigo de plumas, pero yo no la veía, al fin, rompí mi cascaron; parecía que tenía mala suerte, porque el día estaba horrible, o tal vez, yo era el salado. Lo primero que vi, fue a mi mamá, tenía los ojos medio bizcos, pero en fin, era mi mamá, entonces yo la abracé, pero como no se había bañado, tenía un olor medio raro; ella me dijo:- ¡Mijito... hoy es el mejor día de mi vida!, tú te llamarás Chicken Pirul y de cariño te diré Chipi. - Se me hizo muy gracioso y me empecé a carcajear, entonces ella me preguntó que qué me pasaba,y yo le contesté:- Es que estoy un poquito penoso porque estoy desnudito. - Ella me dijo entonces:- Ay no te preocupes hijito, no te sientas mal, sabes que te quiero mucho, y ahora vamos a ir por tu ropa que esta lista en tu cuarto, ¿quieres que te cuente un chiste para que te contentes?
Yo le dije que sí y ella empezó:
-Un día un granjero cruza por su plantación con una cubeta a recoger algunas frutas, al llegar al río ve dos chicas bañándose totalmente desnudas. Ellas al verlo se meten en el agua hasta el cuello y le dicen: -“No vamos a salir hasta que usted no se vaya”. – “No vine a verlas a ustedes” - responde el granjero levantando la cubeta - Sólo vine a darles de comer a los cocodrilos.
Me empecé a reír mucho porque imaginé que podría ser real, alguna vez, ya que había muchos granjeros.
Luego mi mamá sonriente me dijo que la acompañara, fuimos a un lugar con rejas, tenía mucha paja, huevos y muchas gallinas; todas corrieron a saludarme, pero muy alocadas, tal vez, yo era todo un galán, al menos eso fue lo primero que pensé, luego me di cuenta que sólo era porque les parecía muy tierno, porque hasta con sus picos me jalaban mis mini cachetitos y me decían:- ¡Oh, que adorable angelito! - Todas se amontonaban como si estuvieran contando un chisme, pero el chisme era yo. Así que le dije a mi mamá que fuéramos a vestirme y me dijo que me iba a gustar la sorpresa; yo me emocioné, pues iba a ser la primera vez que recibía algo. Entramos por una puerta llena de paja y adornada con confeti, bueno, en realidad eran basuritas de dulces, me pareció algo raro, pero era obvio, ¿cómo iban a poder conseguir confeti? Así que me dirigí hacia la cama de paja que estaba hasta el fondo y encima estaba un pañal de florecitas hecho de trapo y un gorrito de cascaron, que decidí no usar, porque eso era más de pollitas; pero para no hacer la grosería, le dije a mi mamá que aceptaría los calzoncillos. Pronto me los puse y fui corriendo para ensuciarme de lodo para que no se vieran las florecitas, porque imagínense, todos iban a pensar mal, y me preguntarían:-¿por qué no eres un pollito normal?, pensarían que soy... que soy... mmm... no me gusta decirlo... pero pensarían que soy gay.
Luego de poco tiempo, me di cuenta de qué a todas las gallinas adultas las llevaban a otro lugar, nadie sabía a donde, pero decían que era divertido salir por primera vez de la granja. Yo, casi iba a llegar a la edad adulta y tenía que apurarme en idear un plan que resultara fácil.
Me quedé pensando toda la noche, pero no se me ocurrió nada; así que a la mañana siguiente me desperté temprano, estuve rondando sin despertar a nadie, y de pronto, vi que subían a todos los gallos en una camioneta. Era la oportunidad perfecta para escabullirme, así que me apuré y subí a ella. Empezó entonces el viaje, y no tardó mucho cuando de repente se paró, por lógica, no habíamos llegado, se había terminado la gasolina, sólo me asomé, y vi todo tan verde, que me baje corriendo a tomar el aire libre. Ahí decidí quedarme por algún tiempo.
Primero, me dirigí al pozo cercano porque yo ya me moría de sed, entonces, cuando me asomé hacia abajo, estaba tan profundo que me dio miedo y grité tan agudo como una niña. Casi me descalabro al caer, pero por suerte la caída no dolió tanto y floté; pero como yo no sabía nadar, ya me estaba hundiendo, cuando un animalito pequeño se acercó para sacarme, era un conejo azul y saltarín, que saltó tan alto que salimos del pozo. Estando ya a salvo, le pregunté su nombre, el no respondía, y pensé que era sordo o mudo. Pero luego de un rato, dijo: -"Chispa".
Chispa se disculpó por no contestar antes pero era miedoso y a la vez valiente. Entonces se presentaron, se saludaron, y Chipi, ofreció contarle algunos chistes, que se habían vuelto su especialidad desde que su mamá le contó el primero en su vida. Chipi, contó muchísimos, entre ellos estos:
-En una tienda un tipo va a pagar con la tarjeta de crédito; el dependiente, al mirar la tarjeta, le dice: “¡Anda, que casualidad, conozco a alguien con el mismo nombre que usted!”¿Ah, si? ¿Y cómo se llama?
-Había un tipo que era muy optimista, a todo le encontraba el lado bueno, un día un amigo le dice: “¿Qué crees? ayer llegó Juan a su casa, encontró a su mujer con un hombre, sacó la pistola, los mató a los dos y luego se suicidó.” “Que bueno”, contesta el primero. ¿Cómo que bueno? ¡Si es una tragedia! Pues sí, pero si hubiera llegado un día antes, el muerto hubiera sido yo.
-Jaimito le dice a su padre: “¡Papá, papá, tengo una noticia buena y otra mala!” “¿Cuál es la buena Jaimito?” “¡Que he aprobado todas mis materias de la escuela!” “¿Y la mala?” “¡Que es mentira!”
Entra un nuevo profe al curso y se presenta: “Buenos días, mi nombre es Largo.” Dice Juanito: “No importa, tenemos tiempo.”
-No desayuné pensando en ti, no almorcé pensando en ti, no cené pensando en ti, y no dormí porque tenía hambre.
-Cariño, tengo dos noticias, una buena y otra mala, he dejado las drogas, pero no sé donde.
-Este era un niño tan feo, pero tan feo, que cuando iba a salir a la calle, para darse ánimos le preguntaba al teléfono: “¿Quién es el niño más bonito?” Y el teléfono sonaba, tu tu tu tu tu tu tu tu tu...
-¿Qué le dice Tarzán a un ratón? “¡Tan pequeño y con bigote!” ¿Y qué le contesta el ratón a Tarzán? “¡Tan grandote y con pañal!”
*
Chispa se carcajea durante horas y horas con nuestro buen amigo Chipi y se hicieron buenos amigos. Los dos después de un buen rato, por fin se pararon, aunque adormecidos de las pompis; se fueron rumbo a donde su corazón les dictara, platicando de cuantas cosas se les ocurrieran y hasta confesando sus más íntimos secretos y pasatiempos, por ejemplo Chispa le pudo contar que su mejor aptitud era brincar desde grandes alturas, que era bueno comiendo dulces y en eso coincidieron muy bien, ya que a Chipi le encantaban, así descubrieron muchas otras cosas que los hicieron unirse y relacionarse como verdaderos amigos. En eso, se encontraron a un pobre pajarito que se encontraba tirado en unas rocas, estaba inconsciente, entonces Chispa y Chipi lo levantaron y le trataban de ayudar a recordar quien era; el pajarito poco a poco fue recapacitando y de lo primero que se acordó fue su nombre y dijo: -Mi nombre es Purple, yo soy un pajarito bailarín que además sabe cantar y me gusta mucho jugar, gracias por salvarme de morir asoleado, ¿les gustaría jugar conmigo? - Los dos en coro respondieron que sí, pues tenían muchas ganas de divertirse y sobre todo de hacer nuevos amigos durante todo el recorrido que harían.
*
Pronto, los tres descubrimos lazos de amistad que nos hicieron pasar mejores ratos que los que habíamos tenido antes de conocernos, y como fuimos recorriendo todo el mundo, pude descubrir e inventar muchísimos chistes que pronto se convirtieron en una verdadera fama para todos e iba recorriendo nuevamente toda la Tierra, repartiendo alegría con mis chistes, por supuesto al lado de todos mis amigos y haciendo más amigos, ya que nosotros no teníamos ni tendremos un lugar definido para vivir, solamente ¡todo el mundo!
Así, conocimos a otros amigos como Pink, la ardillita sonriente, a Brendis, la patita soñadora, Sheene, la ovejita ruidosa y muchos otros amigos que nos hicieron vivir como una verdadera familia, después de que ninguno la tenía...
Así surgieron nuestras aventuras y cierro esto con otros pequeños chistes de mi inspiración:
-¿Cómo se dice estoy muerto en Inglés? “Memory.”
-El taxista dijo: “No cabe duda.” Entonces, duda se fue caminando.
-Sólo hay dos palabras en el mundo que te abrirán muchas puertas. “Jale y empuje.”
-¿Por qué esta triste el cuaderno de matemáticas? “Porque tiene muchos problemas.”
-¿Qué salió cuando el Tigre Toño se tomó una foto? “ZUCARITA.”
Vanesa Fernández Baca. (2º C)