EL MISTERIO DE LA PIRAMIDE BAJO LA IGLESIA.
Un día cuando visitaba un pueblito muy cercano a la ciudad de México tuve el recuerdo de un sueño donde yo visitaba la pirámide que existía en ese lugar, me veía caminando entre sus columnas, donde se observaba una civilización tranquila y trabajadora, todos compartían actividades y se respiraba paz, ese recuerdo me hizo sentir algo especial y al entrar a la iglesia tuve la fortuna de conocer al padre José que muy amablemente me contó sobre las pinturas que tenían ahí y que habían sido pintadas por los aztecas hace muchos años, él no sabía como habían llegado a ese lugar, también me contó que la gente del pueblo sabía que debajo de la iglesia se encontraba una pirámide, porque de generación en generación se habían relatado esa historia y todos la cuidaban con gran esmero, todos intuían la razón, porque debajo estaban sus raíces y el dios de sus ancestros, también existía una leyenda acerca del pozo que había en la iglesia.
Por medio de él, se tenía acceso a un túnel para llegar a la pirámide y ese mismo túnel conducía a otra pirámide que se encontraba en el pueblo siguiente y que en ellas había tesoros que nadie antes pudo obtener o que pocos podían entender, “Su Identidad”.
Julián Pérez Huerta. (2º C)
Un día cuando visitaba un pueblito muy cercano a la ciudad de México tuve el recuerdo de un sueño donde yo visitaba la pirámide que existía en ese lugar, me veía caminando entre sus columnas, donde se observaba una civilización tranquila y trabajadora, todos compartían actividades y se respiraba paz, ese recuerdo me hizo sentir algo especial y al entrar a la iglesia tuve la fortuna de conocer al padre José que muy amablemente me contó sobre las pinturas que tenían ahí y que habían sido pintadas por los aztecas hace muchos años, él no sabía como habían llegado a ese lugar, también me contó que la gente del pueblo sabía que debajo de la iglesia se encontraba una pirámide, porque de generación en generación se habían relatado esa historia y todos la cuidaban con gran esmero, todos intuían la razón, porque debajo estaban sus raíces y el dios de sus ancestros, también existía una leyenda acerca del pozo que había en la iglesia.
Por medio de él, se tenía acceso a un túnel para llegar a la pirámide y ese mismo túnel conducía a otra pirámide que se encontraba en el pueblo siguiente y que en ellas había tesoros que nadie antes pudo obtener o que pocos podían entender, “Su Identidad”.
Julián Pérez Huerta. (2º C)