Había una vez…
En la ciudad de Detroit vivía una familia adinerada que estaba conformada por: El papa Richard, la mama Gina y la pequeña hija Susan, la feliz familia esperaba la llegada de un nuevo integrante y estaban muy contentos.
Después de unos largos y muy esperados meses tuvieron su segundo bebe, el cual, fue una niña que le pusieron por nombre Melanie. Por desgracia, la niña padecía de retraso mental, ellos no esperaban esta noticia, el padre se había decepcionado demasiado y maldecía a la vida, la culpaba por hacer de su hija un fenómeno, esto llevó a que él le perdiera el cariño y la despreciara.
Después de 2 años tuvieron a su tercer hijo, varón, al que le dieron por nombre Paul, Melanie creció con 2 hermanos que la querían mucho y una mama amorosa, pero lo único que quería en la vida, era el cariño de su padre. Melanie aprendió a aceptar un sin número desprecios por parte de el, pero ella no se rendía y hacia hasta el mayor esfuerzo por agradarle. A la edad de 5 años su madre decidió que ya era hora de que Melanie comenzara a tomar clases, pero ella no quería que su hija sufriera mas rechazos, ya era suficiente en casa, así que no la mando a una escuela, sino mas bien contrato a una maestra particular especializada que pudiera ayudarla, Melanie estaba algo asustada al conocerla, la señorita Taylor vestía unos colores muy chillantes y tendía a hacer gestos de enojo, pero pronto esta llegaría a ser la mejor amiga de Melanie. La señorita Taylor hizo todo lo posible por ganarse la confianza de Melanie, ambas sentían un cariño muy especial, la señorita Taylor la quería como su propia hija y le molestaba que su padre el señor Richard siempre estuviera regañando por todo a Melanie.
Un día el señor Richard llegó muy enfadado a casa, ya que una de sus empresas estaba en quiebra, en ese momento Melanie estaba tratando de hacer una figura, pero no tuvo éxito, su papa se molestó tomó un cinto y le empezó a dar una y otra vez por no poder hacerlo, la madre de Melanie no hizo nada por miedo a perder su matrimonio, la señorita Taylor furiosa se lanzo contra el señor Richard y le dio una bofetada, el señor se enfadó y la corrió inmediatamente.
Melanie se sentía sola ante una familia que no la quería, días después, el correo le trajo una carta y un regalo de parte de la señorita Taylor diciendo que la quería mucho, que no se sintiera sola, que pronto iban a estar juntas, su regalo era una cajita de cristal, Melanie se emocionó mucho y se sintió amada.
A la edad de 7 años Melanie sentiría el peor dolor de su vida; todo comenzó una mañana cuando su hermano menor Paul de 5 años le dijo que jugara con él, ella estaba muy ocupada intentado resolver unos problemas, esta vez quería sorprender a su padre, estaba muy emocionada. Su hermano se enojó con ella así que salió al jardín y comenzó a jugar en la tierra. De repente escuchó gritos –¡Melanie! Auxilio... mamá, ayúdame... Melanie corrió asustada a ver que ocurría, su hermano estaba tirado en el suelo gritando de dolor y llorando, ella le preguntó que le pasaba, pero él sólo gritaba, ella se desesperó, pronto llegó su mama, aventó a Melanie y vio que le pasaba a su hijo, lo llevaron al hospital pero ya era tarde el niño había muerto, el doctor dio el diagnostico diciendo: - Sufrió graves picaduras de araña, lamentablemente no pudimos hacer nada, su veneno era muy letal y su hijo no pudo resistirlo, lo siento.
Melanie estaba desecha, no sólo tenía que batallar con su dolor, sino también, con los reclamos de su padre quien la culpó por el suceso, su mama se sentía mal por el trato que le daban a su hija, así que le compró una hermosa muñeca de porcelana, la niña se sintió emocionada y le agradeció.
Desde la muerte de su hermano, sus padres peleaban constantemente, ya era una situación muy difícil, su padre golpeaba a su mamá, su hermana Susan maldecía a sus padres y su mamá se quería ir de la casa y olvidar. Melanie se culpaba por todo.
Un día agarró los dos objetos mas preciados para ella: la caja de porcelana de la señorita Taylor, la muñeca de porcelana que le había obsequiado su mama y una foto de su hermano Paul, metió la muñeca y la foto dentro de la caja y la cerró, luego cerró sus ojos y empezó a imaginar que estaba en un cuento de hadas, ella era la princesa, todo era hermoso... su padre la quería, su hermano aún vivía, ella no padecía esa enfermedad que la atormentaba, la señorita Taylor había regresado, Melanie se sentía feliz. Y comenzaba a imaginar y a imaginar, era como un sueño del que nunca quería despertar y todo comenzó en una simple caja de cristal, luego pidió un deseo.
De repente, comenzaron las discusiones de nuevo entre sus padres, ella quería salir de ahí, de ese mundo tan cruel, así que tomó un cuchillo de la cocina y se comenzó a cortar el brazo, su hermana Susan la vio y de inmediato corrió a decirles a sus padres, ellos fueron a atenderla, no querían perder otro hijo, la llevaron al hospital, la llevaron a urgencias, los segundos eran eternos para la familia, de repente salió el medico a dar su diagnostico:
- Por fortuna todo salió bien, esta estable.
La familia entró a ver como estaba y se emocionaron al verla, el padre se arrepintió por todo lo que le había hecho, realmente la niña no tenía la culpa de su enfermedad y ante todo era su hija, la mamá no quería dejar a su familia ya que era lo mas hermoso que tenía y su hermana pidió perdón a sus padres.
Melanie sonrió y dijo - Mi deseo se volvió realidad- la mamá preguntó -¿Cuál deseo cariño? - El que le pedí a la caja de cristal de que fuéramos una familia feliz, vaya esa caja sí que es mágica.
El papá le respondió. - No cariño, te equivocas, no fue la cajita.
La niña le preguntó. - ¿A no? Dime entonces ¿Quién fue?
-Tú. Tú hija, tú lo hiciste.
Karla Jimena Cruz Méndez. (2º-B)
HORAS DE DESESPERACIÓN.
Estábamos todos en la escuela, en la clase, y yo como siempre, pensando en Jessica Ramírez Ortiz (la chica de la que estoy totalmente enamorado y que nunca olvidaré en mi vida); hasta que... ¡BOOMM! Sonó una gran explosión detrás de la escuela y todos espantados esperamos a que no hubiera pasado nada malo. Entonces empezaron a sonar gritos y metralletas en el estacionamiento del Aurrera yo pensaba que era un sueño porque esos gritos desgarradores eran terribles.
Después de lo sucedido noté que habían entrado a la fuerza varios pandilleros ó mañosos ¿yo que sé? Y pidieron hablar con el director; el doctor Fernando fue rápidamente hacia allí y preguntó que se les ofrecía:
-¿Se pudiera saber qué se les ofrece?
-¡Que te importa vejete¡ - dijeron ellos al unísono y después de haber dicho esto le dieron una bofetada. -¡Queremos llevarnos a unas cuantas alumnillas profesor¡- dijeron en tono burlón y con gran ansia.
-¡No, no lo harán!- dijo él, pero como le enseñaron sus armas dijo- Está bien me rindo.
Así que empezaron a inmovilizar todos los salones, uno por uno, y todo profesor que se opusiera pagaría las consecuencias. ;. ,
Yo en cambio, cuando vi que empezaron a secuestrar chicas de diferentes salones e iban en camino al “2º C”, me preocupe, esos tipos estaban sacando a jalones a Jessy, (la chica más bella e inteligente que uno pueda encontrar), que gritaba, porque no quería que la llevaran a otro lado con esos desconocidos y pensé "No deben de llevarse a ella, además ¿Qué les pasa? La toman como si fuera un… ¿qué?".
Así que con valor fui corriendo hacia los pandilleros estos y empujé a el que tenía agarrada a Jessy, por ello, esos tipos se enfadaron conmigo y dijeron:
-¿Qué? ¿Quieres salvar a tu noviecita?
-¡Déjenla en paz!-dije con tremenda furia.
-¡Oye!- le habló a uno de sus compañeros- ¿Qué te parece si nos llevamos a este tipo que se quiere hacer el valiente?- Entonces le acerté un buen golpe en la nariz y empezó a sangrar- ¡HAY! Cuidado con este que cree que la podrá salvar ¡JEJEJEJE!
Ese tipo se reía tan ridículo que me reí de cómo reía.
-¿De qué te ríes mocoso?- Y me dio un golpe tan fuerte que me quedé inconsciente por un momento.
Creo que era el día siguiente o ese mismo, ya no recuerdo bien, pero estábamos (Jessy, las demás y yo) en una especie de casa rara, como que todo estaba semi-destruido, habían telarañas por todos lados, no había sillas, ni mesas, ni nada; era un lugar vacío y tétrico. Entonces giré a mi derecha y ahí estaba ella de nuevo, pero, estaba muy asustada, yo nunca la había visto así.
-¿Estás bien?-le pregunté.
-¿Qué? Creo que sí- dijo ella.- ¿Quién eres?
-¿Yo?- nunca había estado tan sorprendido (ella me habló a mí)- Yo me llamo André y voy en “2º B”.
-Muchas gracias por intentar detener a esos tipos, pero fue inútil, no debiste de hacerlo.
-¿Cómo no lo iba a hacer? Si te estaban jalando feo y además, esa no es manera de tratar a una dama ¿No lo crees?- dije, y después de lo dicho recordé de que apenas nos estábamos conociendo.
-Hmmm… -dijo ella y se sonrojó un poco.
-¿Puedo decirte algo?- dije lentamente.
-Sí claro, lo que quieras.
-Pues siempre he querido decirlo... ¡Te amo!
Y todas las demás chavas que estaban alrededor dijeron "Ahhh" y yo ni siquiera me había percatado de su presencia. Tan sólo dije eso y...
-¿Qué hacen? ¿Por qué tanto ruido?- llegó el tipo que me golpeó.
-¡No te interesa idiota! ¡No les hagas preguntas!- le dijo su líder.
-Está bien señor- contesto un tanto serio.
-Muy bien, ¿quién de ustedes quiere a esta niña? -preguntó el muy desgraciado señalando a una chica de 1ro.
Unos señores levantaron la mano y empezaron a dar sus propuestas de cuánto dinero pagarían. Entonces comprendí; ellos las habían secuestrado para venderlas y eso no podía ser posible, era casi imposible, era como un sueño porque ¿Cómo podía estar allí? Y con Jessy sobre todo.
Después de un rato decidieron que la chica que vendían iba a pertenecer a un señor gordo y feo. Y si iban a venderlas yo tenía que salvarlas (bueno, eso sonó muy heroico pero es mi cuento) pero ¿Cómo? Y recordé que había guardado en mi bolsillo trasero una navaja que le quité a un amigo emo que la traía porque le gustaba cortarse. Entonces la saqué silenciosamente y empecé a cortar las cuerdas, por fin estaban rotas y giré hacia la derecha, le dije a Jessy que le pasaría la navaja para que cortara sus cuerdas y para que a su vez, se la pasara a las demás chicas.
Pasaron dos horas larguísimas hasta que los señores compradores se fueron con varias chicas y los pandilleros nos dijeron - buenas noches “negocios”, ¡JEJEJEJE!-
En la noche como habían apagado la luz, no se veía nada y en secreto le dije a Jessy:
-Hay que hacer un plan para escapar de aquí.
-¡No! Porque si nos descubren nos asesinarán.
-Sí, pero ¿Qué prefieres? Ser objeto de alguien ó intentar no serlo.
-Bueno, pues tienes razón... está bien, pero como...
-Mira yo distraeré a los tipos estos y con esta navaja - se la mostré – ustedes cortarán las cuerdas y huirán lejos de aquí.
-Mmm... Suena bien, sólo que... ¿Tú? ¿Dónde irás? ¿Irás con nosotras?
Durante un momento lo pensé y me dije "Cierto, donde iré yo si ni siquiera sé dónde estamos" pero no me iba a quedar allí para averiguarlo. Ya después de haber acordado el plan esperamos a que amaneciera (yo no pude dormir por la desesperación de seguir estando allí).
Al día siguiente, se inicio el plan. Yo ya sabía por dónde salir, así que me levante sin hacer ruido y quité la madera que cubría la ventana más cercana del cuarto.
-¿Que pasa aquí?- justo cuando quité esa madera salió un chorro de luz que iluminó aquel lugar y varias chicas gritaron.
Así que no me importó donde caer y me aventé antes de que esos tipos entraran al cuarto. "¡Ouch!" y caí sobre unos costales con piedras o algo así. Y grité:
-¿Me quieren atrapar? Pues síganme - y corrí, había un bosque con los árboles secos y con basura tirada por ahí, seguí corriendo porque si me atrapaban me asesinarían.
Llegué hasta un lago y sin pensarlo me sumergí en el, porque se escuchaban pasos cercanos. 1-2-3… ya no aguantaba más, así que salí a la superficie y escuche a lo lejos:
-¡Ya se nos fue, no lo encuentro! – dijo uno.
-Pues vamonos de aquí y no dejemos solas a las chicas. – Respondió.
Yo estaba seguro que en ese momento las chicas ya habrían huido. Esperé a que volviera el silencio. Caminé para ubicarme y ver donde se encontraba la casa.
-¡NO! ¡Se han escapado! ¡Búsquenlas, rápido! – Gritó enojado el líder.
Siguiendo el plan, seguí la posición del sol. Pasaron horas y horas de desesperación porque ya me sentía aislado y totalmente solo en ese bosque.
“Ya me he perdido” – pensé – “¿Dónde estarán?
-¡Te tengo mocosa! - Era a Jessy a la que habían atrapado.
-Dime ¿dónde están las demás? y te dejaré libre.
-Están... p-por… a-allá - dijo señalando a una especie de cueva.
-¡JA! Mentí, tú también vienes conmigo.
Iban caminando hacia la pequeña cueva, salí corriendo y levanté una piedra, con la cual, le golpee la cabeza tan fuerte que cayó al suelo.
-Rápido, salgan y huyan más lejos aún, rápido.Voltee a ver a Jessy y le dije -"Rápido, váyanse" - y preguntó:
- ¿Por qué lo haces? Es decir, ¿por qué nos quieres salvar?
-Porque si no se salvan serán esclavas y porque... (Lo pensé dos veces).
-Sí, claro, vamonos rápido interrumpió una chica de 3º.
Rápidamente todas salieron corriendo como si fuera el receso de la escuela y aunque la última chica se fue, Jessy seguía ahí. Entonces me dijo - "Gracias"- me devolvió la navaja de mi amigo y me dio un beso en la mejilla (yo claro me puse rojo como el tomate).
Después de eso, el tipo este se levantó tambaleándose y dijo:
-No, ustedes no se van de aquí- y la agarró de los hombros, la aventó y sacó su pistola (en esas milésimas de segundos pensé que era el fin) y le disparó:
-¡Nooo!- sentí como la bala penetraba mi brazo (créanme es horrible).
-¿Otra vez tú?- me levantó con una sola mano, me acercó la pistola a la cara, cuando recordé "la navaja" y sigilosamente acerqué mi brazo al bolsillo...
-¿Alguna vez has sentido como te penetra una bala en tus sesos?
-No.
-Pues hoy es tu día de suerte.
Rápidamente saqué la navaja y se la clavé en el cuello... (Después, no quiero contar lo sucedido porque es un poco violento). Luego de eso encontramos un pequeño poblado cerca de ahí y fuimos a una especie de centro de salud y me vendaron el brazo.
Después de aquella aventura fuimos todos a una feria, que habían inaugurado la semana pasada. Entonces Jessy dijo que fuéramos todos a la rueda de la fortuna y afortunadamente se sentó conmigo.
-¿Te puedo preguntar algo, Jessy?- dije con voz temblorosa.
-Sí, lo que quieras.
-Pues, ya sabes que te quiero mucho y que para mí es difícil la vida sin ti y... ¿Quisieras andar conmigo?
-¿Qué?
-Lo siento, se me salió, no quise decirlo.
-Claro que sí, me salvaste la vida cuatro veces y eso es mucho.
-¿En serio? ¿Sí qué?...
Y justo en la cima de la rueda de la fortuna nos detuvimos, por que se había ido la luz o la pararon, no se, pero nos quedamos ahí y la luna encima de nosotros, estaba la luna llena, tomé su mano, acercamos nuestros rostros…
Andre Saúl Spindola Bernal. (2º B)
EDITORIAL.
Hola.
Volvimos, al fin y con un nuevo número de la litera-dura.
Este mes vamos a abordar el tema de la importancia de la comunicación. Les mandamos un saludo desde este espacio a todos los profesores y por supuesto les deseamos un ciclo escolar de excelencia a todos los estudiantes que forman y conforman este foro.
Tú hablas una lengua, en este caso el español, sin embargo, muchas veces te cuesta trabajo decir lo que quieres, lo que piensas o lo que sientes.
¿Por qué?
a) ¿No encuentras como expresarlo?
b) ¿Te equivocas continuamente cuando lo intentas?
c) ¿Tartamudeas?
d) ¿Se te enredan las palabras?
e) ¿No te entienden los demás?
f) ¿Te asaltan los nervios?
g) Te asaltan tantas ideas que por principio ¿no sabes cómo proyectarlas?
Cuando lees, tampoco captas con facilidad el mensaje escrito.
¿Por qué?
a) ¿Te aterra leer en voz alta?
b) ¿Temes no pronunciar bien ni dar la entonación adecuada?
c) ¿Se te confunden los vocablos?
d) ¿Te encierras en la lectura silenciosa para poder comprenderla?
e) ¿Sientes inseguridad?
f) ¿Se te dificulta a la vista?
Y que tal cuando tienes que escribir…
a) ¿Qué hacer?
b) ¿Qué decir?
c) ¿Cómo resolverlo?
d) ¿Dónde?
e) ¿Cuándo?
f) ¿Quién lo va a leer?
Y es evidente que tú mismo intuyes ¿El por qué? Y ¿El para qué? De la escritura.
En este espacio vamos a procurar guiarte y a crear un breve espacio de estrecha comunicación por que no existe una forma más competente de aprender a expresarte, sino, a través de un foro de expresión. Entonces, entre tu voz interior y la voz ajena se va a desarrollar completamente esta revista cultural. Cada ser humano tiene una capacidad de significación latente, sea lingüística en particular o semiótica en general; esto es, una aptitud dormida o adormecida para comunicarse y realizar cosas con las palabras. Despertémosla. Usémosla en todas sus funciones y en el mayor número de sus productos. Sólo así seremos más competentes en la realización de los diversos actos de habla y objetos-lenguaje que requiere la sociedad donde nos desenvolvemos como seres humanos.
Le tengo rabia al silencio
Por lo mucho que perdí
Que no se quede callado
Quien quiera ser feliz.
Atahualpa Yupanqui.
Atte. Andrés Galván.
Volvimos, al fin y con un nuevo número de la litera-dura.
Este mes vamos a abordar el tema de la importancia de la comunicación. Les mandamos un saludo desde este espacio a todos los profesores y por supuesto les deseamos un ciclo escolar de excelencia a todos los estudiantes que forman y conforman este foro.
Tú hablas una lengua, en este caso el español, sin embargo, muchas veces te cuesta trabajo decir lo que quieres, lo que piensas o lo que sientes.
¿Por qué?
a) ¿No encuentras como expresarlo?
b) ¿Te equivocas continuamente cuando lo intentas?
c) ¿Tartamudeas?
d) ¿Se te enredan las palabras?
e) ¿No te entienden los demás?
f) ¿Te asaltan los nervios?
g) Te asaltan tantas ideas que por principio ¿no sabes cómo proyectarlas?
Cuando lees, tampoco captas con facilidad el mensaje escrito.
¿Por qué?
a) ¿Te aterra leer en voz alta?
b) ¿Temes no pronunciar bien ni dar la entonación adecuada?
c) ¿Se te confunden los vocablos?
d) ¿Te encierras en la lectura silenciosa para poder comprenderla?
e) ¿Sientes inseguridad?
f) ¿Se te dificulta a la vista?
Y que tal cuando tienes que escribir…
a) ¿Qué hacer?
b) ¿Qué decir?
c) ¿Cómo resolverlo?
d) ¿Dónde?
e) ¿Cuándo?
f) ¿Quién lo va a leer?
Y es evidente que tú mismo intuyes ¿El por qué? Y ¿El para qué? De la escritura.
En este espacio vamos a procurar guiarte y a crear un breve espacio de estrecha comunicación por que no existe una forma más competente de aprender a expresarte, sino, a través de un foro de expresión. Entonces, entre tu voz interior y la voz ajena se va a desarrollar completamente esta revista cultural. Cada ser humano tiene una capacidad de significación latente, sea lingüística en particular o semiótica en general; esto es, una aptitud dormida o adormecida para comunicarse y realizar cosas con las palabras. Despertémosla. Usémosla en todas sus funciones y en el mayor número de sus productos. Sólo así seremos más competentes en la realización de los diversos actos de habla y objetos-lenguaje que requiere la sociedad donde nos desenvolvemos como seres humanos.
Le tengo rabia al silencio
Por lo mucho que perdí
Que no se quede callado
Quien quiera ser feliz.
Atahualpa Yupanqui.
Atte. Andrés Galván.