The Love You Take
Is Equal To Love You Make”
De la canción The End (1969)
The Beatles
Hay un lugar
Como es del dominio público, todo el mundo (o casi todo) sabe el origen del mencionado grupo, que se dio a finales de los turbulentos y emocionantes años 50. El lugar, el industrioso puerto comercial de Liverpool, en la parte noroeste de la isla británica. Lugar en donde cuatro vehementes jóvenes, gracias a su pasión y tesón lograron trascender, primero en el plano doméstico y posteriormente en plan internacional. Paradojas de la vida, el grupo tuvo que viajar a otro puerto, el de Hamburgo, en Alemania, para trabajar como “teloneros” en bares y centros nocturnos de la famosa calle Reeperbahn, (el “distrito rojo” o la pecaminosa milla, como también es conocido ese espacio), lugar en donde se ubicaba el popular Club Kaiserkeller, en donde se foguearon y tuvieron el afortunado encuentro con una personaje que influyo de manera decisiva en su aspecto. Adquiriendo lo que sería su primera imagen formal y con la que accedieron a la fama, cuando, abandonando la hostil “rebeldía con causa” de las chamarras de cuero, la mezclilla y el pelo engomado (que se remitía a sus influencias rocanroleras americanas), siguiendo el consejo de la fotógrafa Astrid Kirchherr (20 de mayo de 1938, Hamburgo, Alemania), se cortaron el cabello, dejándose la celebrada melena redonda con la que se convertirían en iconos de la juventud inglesa a su regreso a su país, cuando fueron expulsados de tierras teutonas, por laborar sin permiso (además de la minoría de edad de George Harrison) y cuando se volvieron unas auténticas celebridades, en un local en donde realizaron varias “tocadas” o minimalistas conciertos, de la ahora mitológica The Cavern Club, lugar en cuyo escenario fueron “descubiertos” por el inteligentísimo y hábil hombre de negocios Brian Epstein (19 de septiembre de 1934, Liverpool-27 de agosto de 1967, Londres, Inglaterra), convirtiéndose en un relativo corto tiempo en una de las grandes leyendas de la cultura popular mundial.
Las cosas que dijimos hoy
Fue de esta forma, que el industrioso Brian Epstein buscó por todos los medios encontrar un sello discográfico que se interesara por sus pupilos, a los cuales refinó la imagen, vistiéndolos con trajes sastre y puliendo sus maneras en el escenario, abandonando su irreverente comportamiento de sus primeros años de formación y ajuste, cuando se formó la alineación definitiva con la inclusión del baterista del grupo Rory Storm and The Hurricanes, el eficientísimo Ringo Starr, quien sustituyó al acartonado e inmutable Peter Best. Así que posteriormente del incidente en donde fueron rechazados por la Decca Records, después de haber grabado varias melodías en una histórica sesión, bajo el título de The Silver Beatles, su incansable mánager logra que Parlaphone Records (sello originalmente fundado en Alemania, en 1896 por Carl Lindström y que fue subsidiaria de la E.M.I. o Electric and Musical Industries Limited, a partir de la década de los años 30), se interese en los cuatro jóvenes músicos que ya le habían restado el adjetivo “plateado” a su nombre y de esta forma entran en contacto con un personaje que definirá sus aspiraciones estéticas y quien materializará con un alto grado de complejidad técnica y artística, sus propuestas sónicas y líricas. El auténtico “Quinto Beatle” fue el ingeniero de sonido George Martin (3 de enero de 1926, Londres, Inglaterra), talentoso y receptivo profesional que en compañía de los “cuatro fabulosos”, en labores de asistencia, fue enriqueciendo las propuestas de los noveles músicos y juntos trascendieron a la posteridad con un conjunto de obras llenas de un espíritu lúdico, poético, filosófico y en ocasiones, metafísico, que resultan incomparables con otras manifestaciones que surgieron al mismo tiempo por otros participantes de la escena musical británica.
Aquí, allá y en todo lugar
De tal manera que la irrupción en la escena musical de su país se inicia con la interpretación de covers o versiones de melodías grabadas al otro lado del océano, principalmente por conjuntos de color, y posteriormente con sus primeras letras y sus primeras estructuras musicales, que consistían en dos o tres acordes. El grupo va consolidando una fama y un prestigio como creadores que trasciende a su contexto inmediato. Es importante recordar que Liverpool fue un semillero de grupos e intérpretes solistas que por esos años hicieron sus intentos por acceder a la fama en un estilo que fue conocido como Mersey Sound, de manera que The Beatles se convirtieron en proveedores de letras para sus coterráneos y colegas. Así, grupos como: Gerry and The Pacemakers, The Fourmost, Billy J. Kramer With The Dakotas, Peter and Gordon, Chad and Jeremy y solistas como Tommy Quickly y Cilla Black, entre otros, interpretan con gran éxito canciones escritas por la mancuerna Lennon-McCartney, lo que incrementa sustancialmente su fama nacional e inicia la cimentación de una trayectoria internacional. Más tarde, la fama mundial los alcanza, gracias a su primer viaje a los Estados Unidos y su presentación en el popular programa de variedades de Ed Sullivan (1901-1974), actuación que fue presenciada por millones de teleespectadores, lo que provoca que se conviertan en un extraordinario éxito mediático y se inicie el fenómeno llamado beatlemanía.
Así fue como, después de su impresionante presentación internacional, sus composiciones son interpretadas por una constelación de intérpretes de varios géneros y ritmos, gente como Sinatra, Presley, Fitzgerald, Vaughan, Montgomery, Ray Conniff, Tom Jones, Joe Cocker y un largísimo etcétera, artistas que al interpretar las versiones de las canciones del grupo “liverpulita”, las reinventan y las transforman en “clásicos jóvenes” de un gran éxito, situación que contribuyo a colocarlos en un lugar de privilegio en la llamada “cultura popular” mundial y a convertirlos en leyenda cuando todavía se encontraban en plena actividad fecunda y creadora.
Con una pequeña ayuda de mis amigos
Fueron tales las exigencias de su desmedida popularidad y fama, que The Beatles tuvieron que diversificar sus actividades y por este motivo se involucran en un proyecto cinematográfico que, con el formato de un falso documental, muestra la espontaneidad juvenil del grupo, su lúdica convivencia, las desbocadas carreras que les propinaban sus fanáticas adolescentes en un intento de conseguir un trofeo de sus ídolos y por supuesto, la aparición de su música. La obra que se tituló La noche de un día difícil (A hard day’s night-1964), fue dirigida por el eficiente Richard Lester, que repitió en la siguiente obra que siguió gracias al gran éxito de la anterior, en la cinta que fue titulada ¡Auxilio! (Help!-1965) y que continuaba con el espíritu juguetón del grupo en una aventura exótica que involucraba a una extraña secta hindú y un misterioso anillo ceremonial. De tal suerte que estos primeros inicios en el séptimo arte colocaron al cuarteto en la cumbre de la popularidad y los fue preparando para lo que vendría. Como ya se mencionó, su industria lírica fue adoptada de manera temprana por varios solistas y grupos, lo que los convierte en los compositores más interpretados en la historia de la música popular (sólo para el archivo de la constancia, se puede mencionar que la canción Yesterday, tiene más de 4 mil versiones registradas, más las que se acumulen en el futuro), convirtiéndose en parte vital del imaginario colectivo de la población joven de todas las épocas, además de que en su dinámica artística, se volvieron más complejos en las búsquedas poéticas y musicales. En esta exploración, el grupo se embarcó en ambiciosos proyectos que los llevaron a crear obras fundamentales del rock y continuaron con sus afanes cinematográficos. El 26 de diciembre de 1967 presentaron la película para la televisión titulada como Viaje mágico y misterioso (Magical mistery tour), obra dirigida por ellos mismos, en donde se recrea un viaje turístico en un autobús panorámico y en donde el grupo imprimió su inigualable y característico sello estético, con la incorporación de bizarros personajes y varias secuencias inspiradas en pasajes oníricos de Lennon, además de varias sobresalientes canciones hechas para la ocasión. Ya para finales de esa década y en el inicio de la siguiente, cuando ya se habían generado varias crisis al interior del grupo y se iniciaba una separación creativa de sus emblemáticos líderes, el conjunto es filmado en plena efervescencia creativa, cuando el realizador Michael Lindsay-Hogg (1940), captura para la posteridad varios momentos en donde se aprecia el genio de estos personajes en el proceso creativo de sus canciones y en donde también se puede percibir una inevitable ruptura. El documental que fue llamado Déjalo Ser (Let It Be-1970), fue estrenado el 20 de mayo de 1970 y se convierte en el testamento artístico del conjunto, que anuncia su separación profesional el 10 de abril de ese año, en el anuncio que hace público Paul McCartney y con este acto, se inicia la formal leyenda del grupo más famoso de la historia de la música rock.
A través del universo
De manera que la beatlemanía ha sido “cargada y recargada” gracias al empeño de millones de admiradores (y obviamente porque también es un extraordinario negocio para la casa grabadora y para los sobrevivientes del cuarteto) y de manera cíclica, en donde infinidad de artistas de varias disciplinas se han abocado a recrear el acervo y el repertorio de estos artistas, en un ejercicio que, sin duda ha enriquecido la leyenda. En el cine, la presencia de los aludidos ídolos ha sido una constante a partir del momento de su disolución y aun antes. Como se recordará, la primera vez que las composiciones del grupo inspiraron una obra cinematográfica fue en el año de 1968, cuando George Dunning y un talentoso grupo de artistas adaptan la anécdota de la canción El submarino amarillo (Yellow submarine) y crean una obra que es un auténtico homenaje a la imaginación y está considerada como una de las cumbres del Pop Art, además de que el conjunto realizó nuevas canciones para la ocasión. Años más tarde, el grupo filial llamado Bee Gees que también tuvo sus orígenes en los años 60, en complicidad con otras estrellas del momento, se involucran en el homenaje a la obra seminal La Banda del Club de los Corazones Solitarios del Sargento Pimienta (Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band) y concretan una cinta que sólo se salva por la música, ya que la trama resulta ser verdadera simpleza. En este ejercicio participaron con la música, además de los ya mencionados hermanos Gibb, personalidades como: Aerosmith; Earth, Wind and Fire, Peter Frampton, Alice Cooper, Billy Preston, Sandy Farina, George Burns, entre otros, la obra data de 1978 y fue dirigida por Michael Schultz. Por otro lado se recuerdan las cintas que han evocado la presencia artística o biográfica del grupo como: Quiero estrechar tu mano (I want to hold your hand-1984, Robert Zemeckis), que recrea el inicio de la beatlemanía en la ciudad de Nueva York y la experiencia de un grupo de amigos que desean estar cerca de sus ídolos. Backbeat (1994, Iain Softly), obra que explora la relación entre John Lennon (Ian Hart) y Stuart Sutcliffe (Stephen Dorff) y la tensión romántica de ambos personajes, experimentada por la presencia de la fotógrafa Astrid Kirchherr (Sheryl Lee), en su estancia en Alemania. Soy Sam (I Am Sam-2001, Jessie Nelson), efectivo drama que narra los avatares de un hombre de capacidades mentales diferentes, interpretado con garra por el actor Sean Penn, en la lucha por la custodia legal de su hija y mientras esto ocurre, la trama es musicalizada por los clásicos de The Beatles en las versiones de artistas contemporáneos. Finalmente, y regresando al punto de partida de este homenaje, la citada cinta fue estrenada en la ciudad de México, en una cadena de cines que no abarcan todas las ciudades de provincia. La mencionada cinta A través del universo, recrea una juvenil historia de amor, en el marco de la vorágine de los acontecimientos, políticos, sociales, históricos y artísticos de los años 60. Epoca en donde los adolescentes Jude (Jim Sturgess), originario de Liverpool y Lucy (Evan Rachel Wood), muchacha norteamericana, se enamoran y su relación se va desenvolviendo, con su participación en la dinámica efervescencia de esos días y con el telón de fondo las canciones del grupo, que van marcando la pauta argumental. En dicha trama aparecen personajes como: el Dr. Roberts (Bono), de la canción del mismo nombre y que evoca a un traficante o pusher, Sadie (Dana Fuch), de la pieza Sexie Sadie; el relajado Jo Jo (Martin Luther), de la célebre Get back; Mr. Kite (Eddie Lizzard), de la circense tonada Being for the benefit of Mr. Kite, etcétera, gozosos caracteres que son recreados en el marco de una impresionante escenografía y extraordinarios efectos visuales, una historia que todo mundo comparte gracias a la permanencia de la música de los estimados compositores ingleses y que muy pronto (o eso se espera), estará disponible en alguna pantalla cercana a nuestros ojos y corazón (o en su defecto, en la disponibilidad del formato DVD).